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Tratamiento de emulsiones para limpiar el agua
Algunos sectores productivos generan de acuerdo a su actividad residuos o subproductos que resultan altamente contaminantes para el agua. Uno de ellos se conoce como emulsiones. Las emulsiones son líquidos que difícilmente pueden mezclarse, por ejemplo el agua y el aceite, en donde uno de los componentes flota sobre el otro. Las actividades que incluyen procesos alimenticios suelen ser causantes de emulsiones. Así por ejemplo, aquellas que producen mantequilla, mayonesa, leche, etc. Por esa razón, necesitan de un eficaz tratamiento de emulsiones.
Como parte de un buen tratamiento de emulsiones pueden utilizarse métodos químicos, eléctricos, térmicos y mecánicos. El uso de cada uno va a depender del tipo de crudo o emulsión y la disponibilidad de recursos que tenga la empresa.
Tipos de tratamiento de emulsiones
Un tratamiento de emulsiones químico consiste en la aplicación de un desmulsionante de origen sintético denominado ‘químico deshidratante’. Este producto se inyecta bien sea en el fondo o en la superficie del pozo donde estén los efluentes. Esto se hace con la finalidad de prevenir emulsiones más profundas y más difíciles de tratar con el paso del tiempo. El resultado es un desequilibrio de las propiedades químicas de la emulsión y por ende, su separación.
El método de sentamiento es otro tratamiento de emulsiones. En esta técnica los depósitos cilíndricos juegan un papel fundamental, puesto que ellos son los encargados de recibir el producto proveniente de los tanques de lavado, albergando así las emulsiones que luego serán bombeadas al patio de tanques principal en donde se evalúan las condiciones de purificación. Si estas no están ajustadas a la normativa, los efluentes son devueltos a los calentadores.
A través del método eléctrico, un campo de energía se encarga de acelerar el proceso de acercamiento entre todas las gotas de aceite que están dispersas en los efluentes. Este tratamiento de emulsiones, a pesar de ser de tipo eléctrico, integra procesos químicos también, puesto que, con la carga eléctrica las gotas generan una fuerza (ley de Coulomb) que permite que se atraigan entre sí permitiendo un proceso conocido como coalescencia. Para que esto ocurra a la perfección, debe haber una alta temperatura en el efluente.
Otro proceso usado para el tratamiento de emulsiones es el método de lavado. En él se utilizan tanques en donde se separan las emulsiones basándose en el principio de gravedad diferencial. Cuando el agua está completamente asentada, se procede a aplicar un demulsificante a altas temperaturas.
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