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Normativa de aguas residuales urbanas contra la contaminación
El agua es un líquido esencial para la vida. Es por ello que al usarla lo mejor es tener en cuenta los riesgos que se corren al ser contaminada. Las personas que hacen vida en las ciudades generan aguas residuales. Esto es debido a los procesos biológicos del ser humano y las actividades de limpieza. Por tal motivo, se estableció la normativa de aguas residuales urbanas como estrategia de lucha para la contaminación ambiental.
La normativa de aguas residuales urbanas crea conciencia conforme al cuidado del líquido vital de forma completa y efectiva. Fue aprobada por el Parlamento Europeo el 23 de Octubre del año 2000. Y desde entonces, se han venido incorporando mejoras en aras de preservar el medio ambiente. De la misma forma, hace un llamamiento a los empresarios a ratificar su compromiso y responsabilidad social, siendo obligatoria desde la aprobación de la Directiva 91/271/CE de 21 de mayo.
Especificaciones sobre la normativa de aguas residuales urbanas
Es importante destacar que la normativa de aguas residuales urbanas indica que donde haya una cantidad de habitantes mayor igual a 2.000 debe existir un sistema de depuración. Siempre ajustado a lo relacionado con lo descrito en la sección de los límites y condiciones del vertido. Esta legislación ha hecho tomar conciencia a la población y a los dueños de empresas, quienes por evitar sanciones deben contar con plantas de saneamiento de aguas residuales industriales.
Además de la normativa de aguas residuales urbanas en España debemos tener en consideración otras legislaciones que actúan en conjunto a ella. Una, es la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, y la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas. Ambas establecen funciones de regulación en materia de agua para tenerla con mejor calidad. En la sección de vertidos, como ya describimos anteriormente, se tienen en cuenta aspectos como la cantidad de habitantes, la sensibilidad de la zona de vertido y las aglomeraciones urbanas.
Bajo estos conceptos, la normativa de aguas residuales urbanas indica que en las aglomeraciones urbanas, deben existir sistemas de recolección. Posteriormente, estas aguas deben someterse a tratamiento antes de su vertido al alcantarillado. La calidad de dicha agua debe ser evaluada por un laboratorio certificado por la administración correspondiente. Esto se debe a que la cantidad de agentes tóxicos debe reducirse al máximo, tomando como referencia las tablas de anexo dispuestas en la ley.
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