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Qué entendemos por efluentes
Llamamos efluentes a las aguas residuales. Estas pueden ser producto de uso doméstico en los circuitos urbanos. O también aguas residuales industriales producto de diversos procesos en las empresas. La composición de este tipo de aguas puede variar según el tipo de industria y el proceso realizado. Hay algunas que poseen más desechos tóxicos que otras, por lo que necesitan un tratamiento más fuerte para lograr potabilizarlas.
Existen características especiales para los efluentes de cada industria. Por tal motivo, cada empresa debe no sólo tener la tecnología necesaria para el tratamiento, sino saber cómo potabilizarla. La legislación vigente con respecto al vertido y tratamiento de aguas aumenta la presión para los empresarios. Por lo que hay que tener en cuenta aspectos como los parámetros de calidad del agua tratada, el consumo de energía, la necesidad de agua potable, menos espacio disponible y mano de obra para el funcionamiento de una planta.
Gestión de efluentes industriales: primera parte
Para manejar el tema de los efluentes industriales de forma eficaz, debemos ser capaces de acercarnos lo más posible a un agua tratada que cumpla con las características de la normativa. Obviamente, lo más rápido y económicamente posible. Para ello, la mayoría de las aguas residuales deben someterse a la siguiente lista de fases de tratamiento.
Primeramente, debe procederse a la eliminación de sólidos. Estos son las ramas, arena, botellas plásticas y de vidrio, etc. Luego, se ajusta el pH del agua. Para esto, el pH de los efluentes a tratar debe ser ajustado dentro de un intervalo que promueva la descomposición de desechos orgánicos complejos. Después, se deja asentar el agua, esperando que los residuos como lodo, grasas y aceites que son más ligeros que el agua floten para formar una capa que se elimina fácilmente mediante un brazo de barrido.
Como las bacterias ayudan a acelerar el proceso de degradación de los efluentes, se debe añadir al agua ciertos productos que las aíslen y al mismo tiempo estén dirigidos a descomponer los contaminantes específicos. Luego de este proceso, se llevan las aguas a digestores anaeróbicos. Estos digestores son cámaras cerradas, a menudo en forma de colmena de abejas o de cámara múltiple (fosas sépticas) donde los residuos orgánicos se degradan sin la influencia del oxígeno.
Gestión de efluentes industriales: segunda parte
El último paso antes de que los efluentes entren en contacto con el medio ambiente es el contacto con cloro. El cloro gaseoso se vierte en el efluente tratado, ya que es capaz de eliminar cualquier patógeno antes de la descarga al medio o al alcantarillado. La eficacia del gas es temporal. Mata los microbios al contacto, pero rápidamente se degrada y no afectará la calidad del curso de agua en el que se descarga.
Lo mejor y más recomendable es contar con una planta de tratamiento de efluentes industriales, ya que almacenar esos residuos a nivel de pozos o subterráneos solo traerá más contaminación. Tratar las aguas residuales efectivamente puede prevenir la contaminación del agua subterránea a tiempo. Y, además, representa un incentivo para reciclar o eliminar los desechos de manera oportuna.
En Grupo Vento estamos comprometidos con el medio ambiente y brindamos soluciones asociadas a tratamientos de aguas residuales para empresas. Ajústate a la normativa vigente y evita multas desagradables. Consulta con nuestros comerciales los tratamientos de efluentes industriales que mejor se adapten a tus requerimientos.
